Adulado en España y largo tiempo motivo de controversia en Francia, el delantero del Real Madrid Karim Benzema ha cerrado uno de los capítulos más sombríos de su carrera, el escándalo del 'sextape' que lo mantuvo alejado un lustro de la selección.
En el mejor momento de su carrera, reciente ganador de su quinta Liga de Campeones y máximo favorito al Balón de Oro, Benzema decidió retirar su recurso contra la pena de un año de prisión en suspenso como cómplice de un intento de chantaje contra su excompañero Mathieu Valbuena.
Su decisión convierte en definitiva la sentencia condenatoria de noviembre de 2021 --"una verdad judicial" pero "es la realidad", dijo su abogado--, pero también cierra un controvertido proceso que lo tenía "agotado" después de más de seis años de culebrón.
El mediatizado escándalo ha perseguido a este talento futbolístico incuestionable, pero empañado por una imagen persistente de chico malo con su colección de bólidos, sus ropas lujosas y sus malas compañías.
Ha sido precisamente en la temporada de su condena cuando el futbolista de 34 años ha brillado más en el césped, haciendo gala de su gran técnica, de su estilo de juego altruista y aumentando su amplio palmarés con una quinta Liga de Campeones con el Real Madrid en la que ha sido crucial.
Historial de polémicas
Fue su fidelidad a su amigo de la infancia en el barrio de Bron (en la periferia de Lyon), Karim Zenati, la que le ha causado estos problemas. Su detención supuso un bombazo en 2015.
Seis años después fue condenado en primera instancia por un tribunal de Versalles, cerca de París, a un año de prisión con suspensión de pena y a 75.000 euros (unos 80.000 dólares) de multa.
Benzema, que evitó estar entre rejas, al contrario que los otros cuatro protagonistas del caso, recurrió de inmediato el veredicto, aunque ahora haya retirado la apelación.
Lejos de su habitual silencio mediático y de la imagen de buen padre de familia que publicita en sus "stories" en redes sociales, Benzema desencadena pasiones en Francia, entre el amor de los aficionados y el odio que le dedica una parte del arco político, especialmente de extrema derecha.
Su implicación en varios casos, directa o no, le sigue persiguiendo a veces.
Con Franck Ribéry, el delantero formado en Lyon se vio asociado al "caso Zahia". Tras comparecer ante un tribunal por "solicitar servicios de prostitución a una menor", fue absuelto en enero de 2014, al igual que Ribéry.
En julio de 2014, su agente de entonces Karim Djaziri, junto a Zenati, fue acusado por el rotativo L'Equipe de haber "agredido" a algunos periodistas en Ribeirao Preto, campo base de Francia en el Mundial de Brasil.
Sonrisas
El asunto de la 'sextape' cortó durante cinco años y medio la carrera internacional de Benzema, que no fue convocado para la Eurocopa de 2016 por su situación judicial, ni para el Mundial-2018, ganado por Francia.
Didier Deschamps "se pliega a la presión de una parte racista de Francia", había comentado el delantero al diario Marca, unas duras declaraciones que afectaron mucho tiempo al seleccionador, cuya casa fue vandalizada poco después con una pintada tratándolo de "racista".
Pero, por sorpresa de todos, Benzema volvió a las convocatorias de los Bleus poco antes de la Eurocopa-2020, celebrada con un año de retraso por la pandemia, y se ha convertido en un atacante prolífico y generoso, tanto con sus compañeros como con los fotógrafos a los que distribuye sonrisas y pulgares arriba.
Aunque no de la forma como hubiera querido, el antiguo desterrado cierra el capítulo más escabroso de su carrera para centrarse en el momento dulce que vive, reconocido por fin tanto en España, en Francia y en todo el mundo futbolístico.
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