En la jornada de hoy, el dólar estadounidense se cotiza en promedio a 6,85 bolivianos, lo que representa un incremento del 1,78% en comparación con el valor del día anterior, cuando se situó en 6,73 bolivianos. Esta subida forma parte de una tendencia reciente, en la que la moneda estadounidense ha mostrado un alza del 1,86% en la última semana y un aumento interanual del 2,26%.
Durante los últimos días, el comportamiento del dólar ha sido volátil, dificultando la predicción de una tendencia clara. Esta volatilidad reciente ha superado los niveles observados en el último año, lo que refleja una mayor inestabilidad en el mercado cambiario de Bolivia.
Desajuste entre la cotización oficial y real del dólar
Aunque el Banco Central de Bolivia mantiene un tipo de cambio oficial del dólar en 6,96 bolivianos para la venta y 6,86 para la compra, la realidad muestra diferencias en las cotizaciones. Esta discrepancia se hizo evidente a principios de 2023, cuando se registró una escasez de dólares en el mercado. La cotización actual refuerza la percepción de una brecha entre el precio oficial y el valor en el mercado real.
En cuanto a la economía boliviana, el gobierno prevé una inflación del 3,60% para el año 2024, acercándose al objetivo ideal de tres puntos porcentuales. A diferencia de otras economías de la región, Bolivia ha mantenido un control relativamente estable sobre la inflación en los últimos años. Además, se espera un crecimiento económico del 3,71% para el próximo año, según las proyecciones del Banco Central.
Historia y situación actual del boliviano
El boliviano, moneda oficial de Bolivia desde 1987, sustituyó al peso boliviano y se divide en 100 centavos. La fabricación de esta moneda se ha llevado a cabo históricamente en el extranjero debido a los costos más bajos, una práctica que se mantuvo hasta 2013 con la producción en países como Reino Unido, Francia y Chile.
En los últimos años, Bolivia ha enfrentado desafíos económicos significativos. En 2014, el país optó por un alto gasto público y un aumento del crédito interno para sostener su crecimiento, lo que resultó en un aumento de la deuda pública y una reducción de las reservas internacionales. La pandemia de coronavirus también tuvo un impacto severo en la economía, aunque la inflación se mantuvo relativamente baja en comparación con otros países latinoamericanos.
En 2022, Bolivia destacó por tener una de las tasas de inflación más bajas en la región, gracias a los subsidios en los precios de los carburantes y un tipo de cambio fijo del dólar frente al boliviano. No obstante, estos logros se han visto acompañados por una disminución de las reservas internacionales y un incremento en el endeudamiento del país.
Bolivia, como uno de los mayores exportadores de gas, enfrenta un nuevo reto en la transición global hacia energías limpias. Este cambio podría forzar al país a buscar alternativas económicas en los próximos años para mantener su estabilidad económica.