Ford anunció el jueves su intención de invertir 3.700 millones de dólares y crear 6.200 puestos de trabajo en el norte de Estados Unidos, cerca de su cuna histórica, para acelerar la producción de vehículos eléctricos así como lanzar nuevos modelos con motores de combustión.
El fabricante automovilístico estadounidense también tiene previsto contratar a tiempo completo a 3.000 empleados que actualmente ocupan puestos de trabajo temporales, informó el grupo en un comunicado.
La expansión se está llevando a cabo en las plantas ya existentes en Ohio, Michigan y Missouri, donde está presente el poderoso sindicato automovilístico UAW.
Se encuentran en el centro-norte del país, como la sede de Ford, mientras que varios grandes proyectos relacionados con los vehículos eléctricos se están instalando en estados más al sur, donde los empleados están tradicionalmente un poco menos sindicalizados.
La propia Ford había anunciado en septiembre con su socio surcoreano SK Innovation una inversión de 11.400 millones de dólares y la creación de 11.000 puestos de trabajo para tres plantas de baterías y una de producción de vehículos en Kentucky y Tennessee.
El presidente estadounidense, Joe Biden, que impulsa la transición a los vehículos sin emisiones de CO2, ha insistido repetidamente en que los nuevos puestos de trabajo en este segmento estén representados por un sindicato.
Con su nueva inversión, Ford prevé aumentar la producción de versiones eléctricas de su popular F-150 y su camioneta Transit, y lanzar un nuevo vehículo eléctrico para profesionales hacia 2025.
La empresa lleva unos años en transición hacia este segmento en crecimiento, con el objetivo inicial de invertir 50.000 millones de dólares para 2026 y fabricar dos millones de vehículos eléctricos al año para entonces.
Pero la fabricante también sigue centrándose en los vehículos con motor de combustión. Con la nueva inversión, tiene previsto lanzar una nueva camioneta Ranger y un nuevo Mustang coupé, así como aumentar la producción de Transit.
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