La reciente ratificación del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) sobre la inhabilitación de Evo Morales para postularse nuevamente como candidato a la presidencia de Bolivia marca un momento significativo en la política del país.
Evo Morales está inhabilitado para ser candidato en las elecciones presidenciales de Bolivia en 2025, debido a limitaciones en la Constitución boliviana, según confirmó la viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón. La reelección indefinida no está permitida, y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ratificó esta postura al rechazar denuncias sobre supuestas violaciones a los derechos humanos. Alcón pidió respeto al marco legal y llamó a evitar movilizaciones que generen inestabilidad, sugiriendo resolver los desacuerdos mediante diálogo para asegurar el bienestar de la población.
Este hecho no solo tiene implicaciones políticas, sino que abre oportunidades para un fortalecimiento institucional y económico. Considerando la debacle política que enfrentan los partidos de ultraizquierda en América Latina y la crisis económica desarrollada por el gobierno de Evo Morales junto a su ministro de Economía y actual presidente de Bolivia, Luis Arce, con su modelo económico social comunitario productivo, a continuación presentamos algunos de los beneficios de esta decisión en los ámbitos económico y político.
1. Fortalecimiento de la democracia
La ratificación de la inhabilitación de Morales representa un paso importante hacia el fortalecimiento de la democracia boliviana. El extenso liderazgo de Morales había convertido su figura en sinónimo de una forma de caudillismo que, a lo largo del tiempo, debilitó las instituciones democráticas y propició una fuerte polarización. Con su salida oficial del ámbito electoral, se abre el espacio para una mayor pluralidad y para la alternancia en el poder, clave en una democracia saludable.
Este cambio favorece la aparición de nuevos líderes dentro del Movimiento al Socialismo (MAS) y en el panorama político general, lo que podría propiciar una mayor competencia y transparencia en el proceso electoral. Además, la decisión del TCP reafirma el principio de que nadie está por encima de la Constitución, reforzando el respeto por las leyes y, por ende, restaurando la confianza ciudadana en la justicia y la independencia institucional.
2. Atracción de inversiones y estabilidad económica
La salida de Morales de la contienda presidencial proyecta una imagen de mayor estabilidad para Bolivia. En los últimos años, el país ha experimentado un entorno de incertidumbre económica, exacerbado por la polarización y las tensiones políticas que frenan constantemente el desarrollo económico del país a nivel de producción y comercio. Con la confirmación de su inhabilitación, Bolivia podría beneficiarse de una percepción internacional de apertura y de cambio, aspecto clave para atraer inversiones extranjeras.
La desactivación de un liderazgo considerado por muchos como autoritario, de corte socialista y polarizador beneficia a los sectores productivos del país desde el pequeño al grande. Los inversionistas, en particular, podrían ver con buenos ojos un clima político menos confrontacional y más predecible, lo cual hace atractiva al país para los inversionistas. Un ambiente más favorable para el sector privado y la inversión extranjera es esencial para impulsar el crecimiento y la competitividad de Bolivia en la región.
3. Diversificación de liderazgos y reducción del caudillismo
La confirmada inhabilitación de Morales permite a que nuevos líderes políticos, tanto dentro del MAS como en otros partidos de oposición, surjan con fuerza. Esto reduce la dependencia de Bolivia en una sola figura, que aún parece estar vigente dentro de un sector de la sociedad boliviana, la caída de la figura de un caudillo promueve un sistema político en el que las instituciones y los programas tengan más relevancia que las figuras individuales.
Con esta transición, la política boliviana podría orientarse hacia una mayor institucionalización y profesionalización, generando una representación más equitativa y menos polarizada. La diversificación de los liderazgos permite también que nuevas generaciones y sectores de la sociedad, como jóvenes y mujeres, de cualquier estrato social se involucren más activamente en la política, promoviendo así una participación más amplia y plural.
4. Oportunidades para replantear el modelo económico
Durante su mandato, Morales implementó un modelo económico basado en el extractivismo y el gasto estatal, junto a su Ministro de Economía, Luis Arce quien funge como Presidente en al actualidad llevaron a Bolivia a la crisis que vive hoy en aspectos económicos. Con esta inhabilitación, Bolivia y la población pueden replantearse su estrategia y abrirse a políticas más sostenibles y orientadas a una diversificación económica que reduzca la dependencia de los recursos naturales y del gasto público.
La salida de Morales facilita que el país avance hacia un modelo que priorice la inversión en sectores estratégicos alternativos como la agricultura, el turismo, y la tecnología. Además, la economía se puede beneficiar de una política económica menos intervencionista, que fomente la apertura y el desarrollo de la empresa privada, trayendo así nuevas oportunidades de empleo y crecimiento económico.
Para entender este punto positivo, los bonos en dólares de Bolivia alcanzaron su nivel más alto en un año, con aumentos en sus valores tanto para los vencimientos de 2028 como de 2030, según Bloomberg. Este repunte se debe a la postura positiva de KNG Securities hacia los bonos y a los problemas legales que enfrenta Evo Morales, lo que reduce sus probabilidades de regresar al poder. Los bonos a 2030 subieron significativamente el 10 de octubre, cuando KNG sugirió que una posible reestructuración de la deuda sólo implicaría aplazamientos de pagos, sin reducir las tasas ni el capital. Además, el optimismo por un posible liderazgo favorable al mercado también ha impulsado los precios.
5. Reducción de la tensión social y conflictos regionales
El liderazgo prolongado de Evo Morales ha generado una profunda división entre las diferentes regiones y sectores sociales en Bolivia. Su discurso, a menudo confrontativo y crítico hacia regiones como Santa Cruz, ha agudizado las tensiones entre el gobierno central y los departamentos con economías y visiones distintas. Los múltiples engaños de Morales a sus seguidores ha agudizado la confrontación entre bolivianos.
Morales enfrenta procesos judiciales por acusaciones de estupro y trata de personas, lo que ha llevado a sus seguidores a bloquear carreteras en Cochabamba, afectando el comercio de alimentos y productos. Estas acciones demostraron una lealtad hacia el líder por encima del bienestar común, lo cual ha generado rechazo en gran parte de la población.
Con un liderazgo menos polarizador y nuevas propuestas políticas, Bolivia podría enfocarse en políticas de inclusión y consenso, atendiendo a las necesidades de la ciudadanía sin importar sus diferencias políticas o regionales. Este cambio también permitiría un enfoque más colaborativo para abordar los problemas estructurales del país, promoviendo un diálogo abierto y constructivo entre todos los sectores.
La inhabilitación de Evo Morales como candidato presidencial en Bolivia, ratificada por el TCP, podría tener efectos muy positivos tanto para la democracia como para la economía del país. Al reducir la dependencia en un solo liderazgo, Bolivia se abre a una renovación institucional y económica que beneficia al sector productivo y fomenta un ambiente político menos polarizado. Estos cambios ofrecen una oportunidad histórica para que Bolivia consolide sus instituciones y trabaje hacia un futuro más inclusivo y próspero, basado en la transparencia, la estabilidad, y la representatividad.