"El juego del calamar" se ha convertido en la serie de moda en Netflix hasta el punto de que puede despedir el año como la ficción más vista, lo cierto es que no ha tenido un camino fácil hasta el éxito. Primero, porque cuando vio la luz hace diez años fue tildada como de demasiado violenta y extraña y segundo porque el desembolso económico que se ha necesitado la dispara como la tercera más cara de la historia de Corea del Sur.
Sólo la segunda y tercera temporada de "Penthouse", para las que se precisaron más de 20 millones, "Sweet Home", que a pesar de tener menos episodios también tuvo tal inversión y los seis capítulos de "Kingdom" que sobrepasaron esa cantidad, aparecen por delante de 'El juego del calamar' en la lista de series más caras de la historia de Corea del Sur.
Los decorados (las escaleras de color por la que circulan trabajadores y participantes, el espacio en el que juegan al 'Luz roja, luz verde' o la estructura del puente de cristal desde la que caen al vacío), la ambientación y los sueldos de los protagonistas de 'El juego del calamar' explican la inversión de 'El juego del calamar', que según revelan 'Today Online' y 'The Tab' ha tenido un coste de entre 15 y 20 millones de euros.
"El set fue casi como un sueño", reconocería el actor Lee Jung-Jae para dejar constancia del trabajo y la inversión que ha habido detrás tras empezar de cero. De hecho, cada episodio de la serie se estima que ha tenido un coste de entre 1,5 y 2,5 millones de euros. En buena parte por su propio sueldo, pues el intérprete del protagonista Seong Gi Hun percibiría alrededor de 216.000 euros por cada episodio. Unos emolumentos sólo alcanzados en una serie coreana por Kim Soo Hyun en 'It's Okay To Not Be Okay'. Nada que ver en todo caso con lo que cobra Park Hae Soo, el jugador 456 Cho Sang Woo, que se queda en 42.000 euros por capítulo.