En 1997, Molotov lanzó la canción “Puto” a un público muy distinto al que existe en 2021. Originalmente una canción de crítica hacia los políticos mexicanos, se convirtió en una sombra de la homofobia, característica del país en el que vivimos. Ahora, la palabra 'puto' está obligada a resignificarse, ya que lo que una vez fue una de las peores ofensas, ahora necesita ser estandarte de una lucha social en donde ya no hay lugar para la crítica por identidad sexual o identidad de género. El lanzamiento de “NO PUTX” representa el altavoz que Georgel le quiere dar a una generación que ya tiene voz.
La canción cuenta con la participación de Tito Fuentes de Molotov, compositor de la controversial canción original y quién suma dos versos a "NO PUTX". Es un neo-hip hop que cuenta una sátira sobre la opresión e hipocresía de la sociedad latina y reafirma el empoderamiento de una manifestación LGBTQIA+ que exige la ecuanimidad, que hasta la fecha no se ha logrado.
Los tiempos han cambiado y palabras como estas se han visto en la necesidad de deconstruir su significado, la sociedad está harta del discurso que la palabra 'puto' lleva consigo, un discurso que la gente homófoba se apropió para agredir a la comunidad LGBTQIA+.
El video fue dirigido por Monica G. Carter, grabado en el centro de la Ciudad de México, con tomas en algunas calles emblemáticas de Tepito. El video es energético y proyecta una sensación de liberación, pues narra diferentes momentos que nos transmiten tensión pero que terminan en momentos de empoderamiento. Con coreografías en las que vemos gritos desesperados, haciendo referencia a la inconformidad que existe en la comunidad, Georgel y los bailarines hacen hermandad y los vemos empoderarse durante el desarrollo del video. La participación de Tito en el video, al igual que en la canción, es una contundente declaración, lo vemos hablar frente a una luz que se balancea de un lado a otro.