Hay canciones que marcan una época. Otras, que la desafían.
Y luego está Fat Bottomed Girls de Queen, ese himno a la libertad, al cuerpo y al descaro que, más de 40 años después de su lanzamiento, ha vuelto a los titulares… pero no por su energía ni por su ritmo, sino porque ha sido eliminada de una nueva versión del Greatest Hits.
Sí, leíste bien. Una de las canciones más icónicas del rock fue censurada.
Y no por motivos políticos, religiosos o legales, sino por algo más actual: la corrección política y la sensibilidad de las nuevas generaciones.
📀 Qué pasó realmente: por qué Queen quitó “Fat Bottomed Girls” del Greatest Hits
La noticia estalló en agosto de 2023. Varios medios reportaron que “Fat Bottomed Girls” había desaparecido del tracklist de una nueva edición del Greatest Hits lanzada en la plataforma Yoto, un sistema de audio pensado para niños.
El álbum se promocionaba como “una forma segura para que los más pequeños descubran el rock clásico”.
Pero al revisar la lista de canciones, los fans se encontraron con una ausencia notable: el tema número 11, aquel que Brian May compuso como un tributo humorístico a las mujeres reales, simplemente no estaba.
Y claro, Internet explotó.
🤘 Un himno a lo terrenal… en tiempos de filtros
Para entender la polémica, hay que viajar a 1978.
Queen estaba en su apogeo, alternando entre la teatralidad de Bohemian Rhapsody y la energía de We Will Rock You.
Entonces Brian May escribe Fat Bottomed Girls, una canción que celebra —sin complejos ni metáforas— la belleza de las mujeres con curvas.
“Fat bottomed girls, you make the rockin’ world go ‘round…”
Era provocadora, sí. Divertida, también. Pero sobre todo auténtica.
Un reflejo de una época en la que el rock hablaba sin filtros, sin miedo a ofender.
Hoy, sin embargo, vivimos en un contexto donde todo pasa por el tamiz de la sensibilidad colectiva.
Y así, lo que antes era una broma con ritmo, ahora se percibe como un mensaje “problemático”.
⚖️ ¿Censura o adaptación al público?
Aquí viene la pregunta clave:
¿Estamos ante un caso de censura o simplemente una adaptación editorial?
La verdad es más matizada de lo que muchos titulares sugirieron.
La canción no fue eliminada del catálogo oficial de Queen. Sigue disponible en Spotify, Apple Music y en las versiones tradicionales del Greatest Hits.
Lo que sí ocurrió es que la edición infantil del álbum, lanzada en Yoto, decidió omitir el tema para adecuarlo a un público de 5 a 10 años.
¿Lógico? Tal vez.
¿Censura? Depende de cómo lo mires.
Porque si una canción deja de formar parte del “canon” musical de una banda, aunque sea en una versión adaptada, algo de censura hay.
Y más cuando hablamos de Queen: una banda que siempre jugó con los límites, la irreverencia y la diversidad.
🧠 Lo que revela este caso sobre nuestra época
La decisión ha desatado un debate mucho más grande:
¿Estamos reescribiendo la historia cultural para ajustarla a las sensibilidades actuales?
En pleno 2025, la música ya no solo se escucha; se analiza, se filtra, se contextualiza.
Y aunque eso puede ser positivo —porque invita a pensar—, también puede matar parte de la rebeldía que hizo del rock algo tan poderoso.
Queen nació para romper moldes. Freddie Mercury fue un ícono precisamente porque no se ajustaba a lo “aceptable”.
Entonces, ¿qué sentido tiene adaptar su legado para que encaje en un molde?
🧩 Queen, la corrección política y el legado del rock
La ironía es que Fat Bottomed Girls no era una burla, sino una celebración.
En una entrevista de los 80, Brian May explicó que quería escribir “una oda divertida a la belleza de la imperfección humana”.
Y eso es lo que muchos fans defienden hoy: que el arte debe incomodar, provocar y abrir conversaciones.
No diluirse en versiones “aptas para todo público”.
Porque si quitamos las aristas del rock, lo que queda es una versión descafeinada de la historia.
🎤 El rock nació para incomodar, no para complacer
Lo fascinante de esta polémica es que pone a prueba nuestra relación con el arte.
¿Debe el arte adaptarse al público, o el público aprender a convivir con el arte?
Queen siempre eligió lo segundo.
Por eso Freddie cantó vestido de ama de casa en “I Want to Break Free”.
Por eso hicieron un videoclip censurado en la MTV americana.
Y por eso Fat Bottomed Girls, aunque hoy incomode a algunos, sigue siendo un recordatorio de que la música no se hizo para complacer… sino para liberar.
El rock no pide permiso
Quizá el problema no es la canción, sino el miedo a las interpretaciones.
Pero si algo nos enseñó Queen es que la autenticidad siempre gana.
La música, como la vida, necesita sus notas incómodas, sus letras que no encajan y sus guitarras que desafinan.
Porque el rock sin riesgo no es rock.
Y si empezamos a borrar las canciones que incomodan, pronto no quedará nada que nos haga sentir vivos.

